viernes, 10 de febrero de 2012

Solidaridad con el pueblo Ngäbe-Buglé y la lucha antiminera y antirepresas


Exigimos cese la represión de las movilizaciones del pueblo Ngäbe-Buglé en defensa de su tierra y su cultura  
La Mesa Nacional frente a la Minería Metálica convocó a una concentración frente a la Embajada de Panamá para expresar el rechazo a las medidas de represión adoptadas por el gobierno de Ricardo Martinelli contra el movimiento antiminero y antirepresas de dicho país
No es la primera vez que el Gobierno de Martinelli recurre a la violencia para aplacar las movilizaciones y el descontento social. En 2010, la represión de movimientos sociales cobró la vida de dos obreros en las bananeras de Changuinola, Bocas del Toro, quienes reclamaban contra un conjunto de leyes que buscaban debilitar los sindicatos, descuidar los seguros ambientales de la legislación panameña, entre otros aspectos. Murieron 10 personas, centenares fueron heridos. 

Luego, en 2011 la población Ngäbe se opuso férreamente a un nuevo Código Minero que facilitaba la exploración y explotación minera en todo el país. En ese momento, también se bloqueó la carretera Interamericana y el tráfico fue interrumpido por varios días. Martinelli se vio obligado a derogar el Código Minero y además tuvo que suspender toda explotación minera e hidroeléctrica en la referida comarca occidental.
Esta vez, las voces de solidaridad con el pueblo Ngäbe-Buglé y el rechazo contra la represión que las compañeras y compañeros están sufriendo se hacen escuchar desde diferentes pueblos latinoamericanos, por el asesinato de dos personas: un líder un estudiantil y un menor de edad, que junto con las comunidades afectadas por los proyectos mineros y de represas, se vienen oponiendo contra el avance de estos proyectos con más y más fuerza, en la medida que Mesoamérica ha ido sucumbiendo al Plan Pueblo Panamá. 


A pesar de que los ngäbe-buglés son reconocidos desde 1997 como una Comarca con leyes y reglamentos propios, la visión depredadora del medioambiente y la cultura contra ellos se hace de nuevo manifiesto. El gobierno está buscando explotar el cobre que yace en el subsuelo panameño y está tratando de instalar más hidroeléctricas en nombre del tan cuestionado desarrollo y el progreso y sin el consentimiento de las poblaciones.

En este triste contexto, la Mesa Nacional frente a la Minería de El Salvador, en nombre de las organizaciones sociales de base, las comunidades, las organizaciones religiosas, académicas y ecologistas que la conforman, expresan su más enérgico repudio al proceder del gobierno panameño contra las muestras de malestar y descontento del pueblo Ngäbe Buglé. Las y los salvadoreños organizados en resistencia contra el avance del modelo extractivo y depredador de nuestro medioambiente, hacemos llegar nuestra voz de solidaridad a los compañeros Ngäbe que están siendo duramente reprimidos para expresarles que su lucha es también la nuestra. 

La Mesa frente a la Minería Metálica presentó una correspondencia  dirigida al gobierno de Panamá para exigir el cese a la represión del movimiento antiminero y antirepresas en la Comarca Ngäbe-Buglé.
Reunidos frente a la Embajada panameña en El Salvador, queremos expresar nuestro rotundo desacuerdo con que no se esté escuchando el clamor de las comunidades que se están sublevando contra el avance de lo que consideramos una amenaza para la vida, la salud y para el derecho a un ambiente sano. Exijimos que cese la represión contra el pueblo Ngäbe Buglé, quienes están exigiendo el respeto irrestricto a los acuerdos político-institucionales asumidos por el gobierno Martinelli cuando afirmó que en dicha Comarca no se permitirían proyectos mineros, ni de represeas. Demandamos que se reconozca de inmediato el legítimo derecho que tienen las comunidades de ser escuchadas y consideradas como defensoras de su patrimonio ambiental, cultural, etc. 

Como Mesa Nacional frente a la Minería Metálica en oposición al modelo extractivo que pretende hacer de Centroamérica un botín para las grandes corporaciones y transnacionales que quieren instaurar sus megaproyectos, no podemos tolerar estas expresiones de violencia y exigimos el respeto a los Derechos Humanos de las poblaciones que claman a gritos respeto a su dignidad y a su tierra. Rechazamos que el gobierno panameño no esté reconociendo las recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, quien esta semana le ha exigido el respeto a la población movilizada. 

Alzamos la voz con la plena convicción de que la lucha por la vida es una sola y hacemos de este desolador escenario, la oportunidad para recordarle al mundo que Mesoamérica se mantiene en lucha y unida contra la voracidad de las empresas mineras. Estamos en solidaridad con el pueblo Ngäbe Buglé y exigimos cese inmediatamente la represión. 

Mesa Nacional frente a la Minería Metálica
9 de febrero de 2012
       

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